jueves, 13 de noviembre de 2014

Cien años de soledad


“se desempedraba el cielo en unas tempestades de estropicio, y el norte mandaba unos huracanes que desportillaron techos y derribaron paredes y desenterraron de raìz las ultimas cepas de las plantaciones .“
“fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metalicos, y todo el mundo se espanto al ver que las calderas, las pailas,las tenazas y los anafos se caian de su sitio, y las maderas crujian por la deseperacion de los clavos  los tornillos tratando de desencavarse, y aun los objetos perdidos desde hace mucho tiempo aparecian por donde mas se les habia buscado y se arrastraban en desvandada turbelanta detrás de los fierros magicos de MELQUIADES”                                           
                                                                                             Gabriel Garcia Marquez

… que al saludarla en el cine…

“que se le estaba saliendo el corazon por la boca”




Gabriel Garcia Marquez-Cien años de soledad

CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Alejandra Galindo

Angie Lorena leal

Tatiana Barrios

Geraldine Gómez
10-01
Publicado en: 1967

Autor: Gabriel García marqués

Personajes: Aurelio José, José Arcadio Buendía, Amaranza remedios, Mauricio Babilonia.


La Familia Buendía, el padre era medio locancio y la madre era medio centrada, era tan hipérboles que enchaparon su casa con billetes y el baño de oro.
Había Una Mujer que se llamaba remedios y era muy hermosa pero a ella no le gustaba que se lo hicieran saber, un día ella harta de que los hombres la molestaran y todo el que la viera se enamoraba de ella ,decidió quedarse calva y ponerse una manta del cuello a los pies y siempre se mantuvo así.


José Arcadio buendia era un hombre corpulento, “conservaba su fuerza descomunal que le permitia derribar un caballo agarrandolo de las orejas,cada que daba un paso formaba un sismo “.


 Poco despues cuando el carpintero le tomaba las medidas dpara el ataud vieron a traves de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minusculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron los puertos y sofocaron a los animales que durmieron a la interperie , tantas flores calleron del cielo , que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro.